Hoy no sabía qué hacer para comer y, por casualidad, he entrado en facebook a buscar a alguien y me he encontrado una receta de kofta, con carne, que había publicado Halima, de "Cocina a mi estilo" y como yo no como carne, pues me he puesto a convertir y..., ¡esto es lo que me ha quedado!
Como soy un poco salsera, y pensaba que me había pasado con la cantidad, he sacado una ración para probar y he vuelto a meter la bandeja al horno para tostarla más; definitivamente, me quedo con la segunda versión, tostadita, mucho mejor.
INGREDIENTES:
- 2-3 patatas
- 1-2 berenjenas
- 1-2 tomates (o un bote de tomate en conserva casera)
- tomate frito
- 1 cc (1 cucharadita de las de café) de melaza
- agua
- sal
Para el relleno:
- 1 bloque de seitán de 250 g
- 1 cebolla mediana
- 1 tomate (o 1/2 bote de tomate en conserva casera)
- albahaca
- aceitunas negras sin hueso, un puñado
- sal
- pimienta
PREPARACIÓN:
Triturar en la batidora un bote de tomate de conserva natural casera, mis botes son de los de 800 g y ponerlo a freír en una sartén con aceite y un poco de sal. Yo, en lugar de azúcar, añado una zanahoria partida pequeña, para corregir la acidez del tomate. Freírlo a poco fuego, tapado y remover con utensilios de madera, los de metal acidifican el tomate.
Picar pequeñito el seitán, la cebolla, la albahaca y las aceitunas y mezclar todo bien, añadir sal y pimienta y reservar.
Pelar las patatas, lavarlas y hacerlas en rodajas no muy gruesas. Hacer lo mismo con las berenjenas y reservar.
Una vez frito el tomate, pasarlo al vaso de la batidora y añadirle un poco de agua y una cucharadita de las de café, de melaza, yo he usado de caña y he puesto menos cantidad porque es muy dulce; se pueden usar otras melazas, por ejemplo de arroz, avena, maíz, etc.; según la procedencia es más o menos dulce. Triturar todo bien y reservar, quedará una crema fina.
En una fuente de horno poner una capa de patatas en rodajas, sobre éstas, una de berenjenas, encima la mezcla del relleno, otra capa de berenjenas y otra de patatas. Sobre las patatas ponemos unas rodajas de tomate o unos trozos, si usamos tomate de conserva. Pinchamos todo con una brocheta, por ejemplo, hasta llegar al fondo, para que luego la salsa penetre por todas partes. Echar la salsa por encima e ir esperando que vaya llenando los huecos y meter al horno precalentado.
Como mi horno es de esos pequeñitos y sin aire, he puesto media hora a temperatura 220º C y luego una hora, más o menos, a 180ºC. Aquí sí que tenéis cada uno que controlar el tiempo y la temperatura en función del tipo de horno que tengáis. En fin, id vigilando el guiso y pinchando para ver si ya está cocido o no, entonces, tostar un poquito, si aún no está tostado, con el grill y, ¡a comer!
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