Hola amig@s...
Hoy tenía unas puntillas y no me apetecía comer frito así es que pensando, pensando, me he decidido por un guisado, Huuuummmmmm, qué rico...
INGREDIENTES (para 2 raciones):
- 1 cebolla blanca.
- 1 cebolla roja.
- 5-6 patatas medianas.
- 250 g de puntillas.
- 1 vasito de vino blanco.
- 4-5 dientes de ajo.
- 6-7 almendras crudas con piel.
- 2 rebanadas de pan.
- 1 sobrecito de azafrán en hebra o polvo.
- 1 cp de pimentón.
- 1 l de agua.
- aceite.
- sal.
PREPARACIÓN:
Picamos las dos cebollas pequeñitas y las ponemos a pochar con un poco de aceite y sal en una cacerola de tamaño suficiente para el guiso. Lavamos y escurrimos las puntillas y, cuando la cebolla esté pochada, las añadimos a la cacerola junto con el vasito de vino. Dejamos reducir el vino removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
Mientras, pelamos las patatas, las lavamos y las cortamos a cuadritos no muy grandes y, cuando haya reducido el vino, las incorporamos a la cacerola junto con un litro de agua, aproximadamente. Tapamos y, cuando rompa a hervir, bajamos el fuego y dejamos cocer.
Si el azafrán es en hebra, habrá que tostarlo, yo coloco el papelito sobre la tapa de la cacerola y lo dejo un rato. Cuando está tostado, lo trituro con los dedos, sirviéndome del papel, sin abrirlo y cuando está pulverizado, lo abro y lo incorporo al guiso. Se puede utilizar colorante o cúrcuma pero a mí el colorante no me gusta y la cúrcuma me gusta para otro tipo de platos, por ejemplo los de estilo oriental, pero cada uno que añada lo que prefiera.
Mientras, freímos los ajos con la piel en una sartén con un poco de aceite; retiramos y reservamos y hacemos lo mismo con las almendras y para finalizar, hacemos igual con el pan. En el aceite de freír todo esto, echamos el pimentón, lo sofreímos un poco y lo añadimos a la cacerola, pimentón y aceite, claro; hay que tener mucho cuidado porque el pimentón se quema enseguida.
Cuando se hayan enfriado, pelamos los ajos y los majamos en el mortero con un poco de sal; añadimos las almendras y las majamos también y cuando estén picadas, añadimos el pan y picamos todo bien, que quede una pasta. Y este es el famoso majado de mi abuela, recuerdo que lo hacía para añadir a las lentejas, que le salían de vicio. Mi madre también lo prepara, de casta le viene al galgo, y también le salen de muerte las lentejas, ¡mira que cocina bien la tía!, y claro yo también he heredado la receta, aunque como me gusta mucho el sabor que da a los platos, lo uso en muchos guisos.
Bueno pues preparado el majado esperamos que el guiso esté casi terminado y, cuando le falten 5-10 minutos de cocción, añadimos a la cacerola y removemos bien. Corregimos de sal si es necesario y dejamos cocer, siempre tapado y con fuego suave, hasta el final.
Hay que decir que este majado, además de dar un sabor especial, espesa un poco el caldo, aviso a navegantes, los que quieran un caldo muy ligero, tendrán que añadir un poco de agua al final, según el gusto. Et voilà...
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