sábado, 30 de marzo de 2013

Algunas herramientas.

Hola de nuevo... Acabo de caer en la cuenta de que no os he dicho nada sobre las herramientas o utensilios que empleo para cocinar.

Empecemos por los cuchillos, mi gran cuchillo es uno del tipo santoku, de esos de estilo japonés, que uso para trocear, es una herramienta genial y si se trata con cuidado, no se desafila jamás, como el resto de utensilios de corte. Este hace unos diez o doce años que lo tengo y sigue como el primer día, eso sí, yo lo cuido muchísimo porque suelen ser caros; es del estilo del que aparece en la foto que sigue: 
El mío tiene el mango negro y no es originalmente japonés, lo digo por las letras que aparecen en la hoja, pero tiene la misma forma. Aunque también se puede elegir uno del tipo del que os muestro a continuación, que es más fácil de encontrar en cualquier comercio medianamente dotado:


Que tengan tamaño de hoja de entre 18 y 20 cm. Como yo cocino principalmente verduras y proteínas vegetales, con este cuchillo voy más que sobrada, salvo cuando cocino pescado, que utilizo otro, más que nada por manía, porque seguro que con este lo cortaría todo divinamente, pero no me gusta utilizarlo para la proteína animal. 

Necesitaremos también una puntilla, para pelar y quitar pequeñas imperfecciones de los alimentos y para llegar a lugares menos accesibles con un cuchillo más grande; se trata de un cuchillito de unos 8 cm de longitud de hoja, del tipo que os muestro en la foto:


Para los que cocinéis carne y pescado habitualmente, necesitaréis cuchillos que os faciliten la labor, que estén bien afilados siempre y que sean equilibrados para que el corte se mantenga vertical u horizontal sin tener que hacer fuerza, que no se desvíen. 

Para cortar alimentos del tipo del tomate, tengo otro cuchillo con  una sierra fina, que me permite cortarlo con facilidad y rapidez, sin que se destroce la pieza, del tipo del que veis aquí: 

Es importante mantener los cuchillos limpios, afilados, guardados en un cajón donde no se perjudiquen sus filos y para ello, además de limpiarlos y secarlos, y tenerlos bien guardados, se deben de utilizar siempre sobre una tabla de madera, o sobre una de plástico o cristal si vamos a manipular animales (carne o pescado). Yo tengo varias tablas de madera, de pino y una de bambú, esta es mi preferida, ya que se mantiene en perfecto estado aunque la laves y no se mancha cuando picas hierbas aromáticas, por ejemplo; también tengo una tabla de plástico y otra de cristal, para cuando cocino pescado, la de plástico es más agradable al tacto y hay que llevar menos cuidado al manipularla; la de cristal es más sensible, porque se puede romper, pero es más higiénica. Ambas aguantan el lavavajillas, por cierto. Os pongo unas fotos: 

Esta es de cristal, las hay con bonitas imágenes...
Esta es de madera, concretamente de olivo, también es una buenísima tabla porque la madera de olivo es muy resistente y no se deforma fácilmente, además de ser muy bella. 

Estas son de plástico, yo la tengo blanca, pero podéis elegir el color que más os guste. 


Y esta es mi tabla de bambú..., las manchitas son de humedad porque la acabo de lavar... 

También uso una mandolina, ¡el invento del siglo!, para cortar, filetear, hacer rodajas, picar finito o mediano, etc., etc., en un pis pas; con ella es mucho más rápido trabajar cuando tienes que preparar y cortar un montón de alimentos. Compré una eléctrica, pensando que me facilitaría la labor, ya que la fuerza la pone la máquina, pero no, es un fiasco porque si intentas cortar alimentos muy blandos, por ejemplo tomate, se atasca y no va, ya te dice en las instrucciones que no sirve para cortar tomate y cosas por el estilo, y si intentas cortar alimentos más duros, por ejemplo zanahoria, se atasca también porque no tiene fuerza suficiente, así es que compré otra, manual, de esas que anuncian, que lleva un montón de útiles de corte distintos y un recipiente donde va cayendo lo que cortas, y sólo tienes que contar con la fuerza de tus manos, que para ser sincera, no es necesaria mucha fuerza y en un momento cortas un montón de verduras del tamaño que quieras... Os pongo una foto de una que he encontrado en internet, hay un montón de modelos y las hay de acero inoxidable completamente, pero esas son las de tipo profesional y son más caras. 


Y por hoy lo vamos a dejar, si no, esto se convierte en un tremendo rollo. 

Que tengáis buen puente y disfrutéis del merecido descanso. Hasta pronto...






martes, 26 de marzo de 2013

Y con los restos del kofta, ¡una tortilla sin huevo!


Como era la primera vez que cocinaba kofta, no tenía medidas de referencia del relleno con respecto a mi fuente y a mi horno, así es que me sobró un montón y, como no quería repetir receta, ha hecho tortilla, sin huevo claro, porque yo no como huevos...

INGREDIENTES:
  • mirad los ingredientes del relleno y su preparación en la receta de "kofta vegetal"
  • polenta
  • agua
  • aceite 
  • sal
PREPARACIÓN:
Poner el relleno a calentar en una sartén con bastante más capacidad de la que necesitamos para el relleno solamente, un poquito de aceite y sal. 

Cuando el relleno está caliente, añadir la polenta (es maíz triturado pequeñito, también se puede encontrar de otro tipo, pero esta es la que yo he usado), para una tortilla de las de tipo tortilla española familiar, he puesto 1,5 vasitos, de los de vino, de polenta. Dar unas vueltas con el relleno para que se integre bien y añadir el agua. Yo he añadido unas tres medidas de agua por medida de polenta, aunque hay que poner más o menos en función de la polenta que uséis, la he ido añadiendo poco a poco, para evitar el exceso de agua. 

Removiendo constantemente, esperar a que la polenta esté blanda, al dente, que se pueda comer, y se haya consumido el agua. Mientras se va cociendo, testar el punto de sal.

Cuando esté terminada de cocer, pasarlo todo a una sartén antiadherente para tostar la tortilla, se puede consumir sin tostar, cuando la polenta está cocida ya se puede comer, pero a mí me gusta que se parezca a la tortilla de patatas o de verduras de mi madre... Así es que la pongo en una sartén antiadherente y le doy unas vueltas, con el típico plato, hasta que esté al punto de dorado que me gusta.

Está buenísima, no lleva huevo, lo que agradecemos los alérgicos al huevo y tiene el aspecto de la tortilla de patata, para combatir el mono; no es lo mismo, pero da el pego bastante bien y si el alérgico es un niño, pues no se verá "marginado" o la familia no tendrá que prescindir de degustar este plato típical spanish... 

Yo ya tenía el relleno esta vez pero, cuando no lo tengo, preparo las verduras que me apetecen en el momento, las pico pequeñitas, las sofrío primero y luego hago la tortilla...

Ni que decir tiene que si te queda un trozo, por la noche está todavía más bueno...

Minipizzas vegetales


Son pequeñitas y ligeras y, si no tomas nada más, con cuatro de ellas tienes una comida completa.

INGREDIENTES:
  • obleas de empanadilla (del tipo de "La cocinera"), 4 uds/persona
  • 1-2 berenjenas
  • 1-2 cebollas
  • humus (paté de garbanzos)
  • aceitunas negras
  • 1 lima (o en su defecto, 1 limón)
  • sal
  • aceite
  • pimentón, picante o dulce según el gusto
  • orégano
PREPARACIÓN:
Lo primero poner el horno a calentar a 200-220 º C, según el tipo de horno que tenga cada uno. 

Lavar la berenjena y laminarla fina. Disponer las láminas de berenjena en la bandeja de horno con papel sulfurizado (el que llaman vegetal, el blanco), echar un poco de aceite y sal y meterlas al horno hasta que estén empezando a tostarse. Es posible que haya que hacer varias bandejas, según la cantidad de minipizzas que vayamos a preparar, cada ronda suele tardar de 15 a 20 min. Reservar.

Limpiar la cebolla y laminarla fina. Al acabar con las berenjenas, hacer lo mismo con la cebolla, hornear con un poco de aceite y sal, y cuando esté pocha, sacar.

En la misma bandeja de horno y con el mismo papel, sin añadir aceite, extender las obleas, una a una y sobre ellas disponer las rodajas de berenjena, espolvorear un poquito de orégano; disponer encima las rodajas de cebolla y espolvorear otro poquito de orégano, sin pasarse de cantidad porque es muy aromático. Meter al horno de nuevo y tener unos 10 minutos, hasta que las obleas estén doradas.

Mientras se hacen las minipizzas mezclar en un bol el humus con un poco de pimentón y unas gotitas de zumo de lima, remover bien para que quede una cremita; normalmente se añade aceite, pero como ya tenemos en las verduras, mejor no sobrecargar.

Sacar la bandeja del horno y añadirle unas cucharaditas de humus a cada pizza y unas aceitunas negras y, bon appétit!

Acabo de recibir mi pedido anual de aceite...

Pues sí, me ha llegado el oro líquido que uso para cocinar... Aquí os pongo unas fotos...


Este es el aceite que yo uso para cocinar, aunque para ensaladas, tostadas, o lo que sea, está buenísimo, es de oliva virgen extra, como veis en la etiqueta y su nombre es "DELVERDE".


Y este es el que uso para crudo, que está exquisito, ya os lo había comentado en otro post; es de la variedad "PAJARERA", como se ve en la etiqueta y en la etiqueta posterior lleva la cosecha y el número de botella, como podéis apreciar en la foto siguiente. Dan ganas de tomarlo incluso solo...





Y esta última es una botella de vinagre al Pedro Ximénez que ríase el famoso vinagre de Módena. Sin desmerecer al de Módena, que está muy bueno, este es nacional, está buenísimo y emulsiona con la misma facilidad que el otro más conocido. La etiqueta está un pelín manchada porque es de una botella que tenía en casa, aún me quedaba de otro pedido. 

Bueno, si queréis probar estos y otros productos (vinos, arrope), mirad en su web y contactad con ellos para que os informen: www.losraigones.com.

Las que se comen mi jardín (mini) de aromáticas.


Esta es Luna, la más trabajadora (alias la que más hierbas come, es la más vegetariana, ¡le gusta hasta el tofu!), la mayor. 


Esta es Venus, la mediana, si está sola no se come las plantas, sólo juega con ellas si se mueven con el aire, pero como está con las otras, se anima y come también... C... veo, c... quiero.


Y esta es Io, la pequeñaja, que se come las hierbas aromáticas hasta secas... Que no se desperdicie nada, que hay gente que no tiene qué comer... 

Fideuá caldosa de verduras y bogavante


Esta es una versión un poco más ligera de la tradicional y riquísima fideuá... Es más rápida y fácil de preparar y no necesitas tres horas de relax en el sofá para poder digerirla... Además es más fácil encontrar bogavante a buen precio cualquier día entre semana que los fines de semana o en vacaciones o fiestas.

INGREDIENTES (para 4 personas):
  • 1/2 Kg de verdura para caldo (zanahoria, puerro, apio, nabo, etc.)
  • 2 tiras de alga kombu
  • 1-2 bogavantes
  • pasta para fideuá
  • 1 cebolla grande ó 2 cebollas rojas
  • 1 tomate maduro
  • 1 ñora
  • 2-3 dientes de ajo
  • aceite
  • sal
  • agua
PREPARACIÓN:
Limpiar la verdura y partirla en trozos grandes. Ponerla en una olla con agua y el alga kombu para preparar el fumé (caldo base), hervir unos 30 min mínimo. Se puede aprovechar esta cocción para tostar el azafrán sobre la tapa de la olla, con el papelito cerrado. 

Si el bogavante aún está vivo, poner un barreño con agua del grifo, fría, y meterlo dentro, puede resultar cruel hacerlo así pero siempre es mejor que cortarlo vivo o peor, meterlo al fuego vivo, y es más rápido con el agua. 

Hecho esto, trocearlo y utilizar la cabeza y todo lo que no queráis poner en el plato, para el caldo, introducidlo en la olla de las verduras y cocerlo todo junto. Saltear ligeramente los trozos que vayamos a usar para comer y reservar.

Picar finita la cebolla y ponerla a pochar en una sartén con aceite y un poco de sal. Cuando esté pochada, añadir el tomate pelado y picado pequeñito, revoler bien y tener cuidado de que no se pegue.

En una sartén pequeñita, freír los ajos con piel (recordad hacer un cortecito al ajo para que no explote) y la ñora, si entera os cuesta porque es redonda e irregular, trocearla antes de freírla. Tened mucho cuidado porque la ñora se pasa enseguida y se quema, y luego le da un sabor amargo a la comida. Si no acertáis con el punto de la ñora, mejor rehidratarla antes de freírla, escurrir, trocear y freír, así os resultará más fácil.

Una vez que esté todo frito, la cebolla con el tomate, echarlo al caldo, con aceite incluido; los ajos pelados y la ñora, machacar bien en el mortero y añadirlos al caldo también, y lo mismo con el aceite que hemos usado. Tened cuidado de poner cantidades justas para que no nos quede un guiso aceitoso. Dejar hirviendo todo junto unos 10-15 min más.

Colar el caldo sobre la cacerola que vayamos a utilizar para la fideuá, triturar el azafrán e incorporarlo, corregir de sal si es preciso e introducir los trozos de bogavante.

El tiempo para la fideuá hay que mirarlo en el paquete, el que indica el fabricante y, si como en este caso, va a ser una receta con caldo, hay que sacarlo 2-3 min antes para que no se nos pase, ya que se sigue cociendo con el calor del caldo.

La ración de pasta son unos 100 g/persona, yo uso un vasito, de los de vino, para medir, pongo uno por persona y con el mismo vaso mido el caldo, para fideuá suelo poner dos medidas de caldo por medida de pasta y, mantengo el resto del caldo que he preparado caliente, para ir añadiendo si es preciso, ya que según el tiempo y el fabricante de la pasta, necesitamos más o menos caldo.

Y en cuanto apaguemos el fuego, servimos y, ¡a comerrrrrrrrrrrrrrrrr!

Cacharritos para cultivar hierbas aromáticas en tu cocina.


Mirad lo que encontré para cultivar hierbas aromáticas en mi propia cocina... Tenía plantadas un montón de plantitas en macetas en la galería, pero a mis gatas también les gustan las plantas aromáticas y se comieron ¡todo mi cultivo!, incluidas las matas de guindillas, se dejaron las guindillas, eso sí, el aliento les olía divinamente...; así es que tuve que buscar un lugar al que no lleguen ellas, y ya les ha despertado la curiosidad, no sé qué pasará cuando empiecen a salir las plantitas.

Se trata de unos cacharritos, los redonditos de abajo, de cerámica con una parte plana, la posterior, y un imán y un antideslizante pegados para poder ponerlos en cualquier parte metálica de tu cocina, esta de aquí es la pared de mi congelador...

Puse dentro unas de esas bolas de gel que se ponen para mantener la humedad de las flores y plantas y añadí un poco de agua y las semillas para que puedan germinar.

Y como la idea es de lo más fácil, pues me puse a probar y salieron los cacharritos de plástico trasnparente que hay encima, son unos vasitos a los que les he añadido un imán en la parte posterior, pegado con cinta adhesiva de doble cara y me falta, eso sí, el antideslizante, ya que si no, se van bajando por la pared del congelador, por efecto de la gravedad... Por eso están apoyados sobre los de cerámica, mientras consigo algo para ponerles que les haga de antideslizante... Probaré con goma eva y os lo cuento. 

Ahora sólo queda vigilar el nivel de agua y esperar a que salgan mis plantitas y pondré más fotos...

lunes, 25 de marzo de 2013

Para descansar la vista un rato..


Para celebrar la primavera, el sol y lo que queráis añadir...

Glosario de términos y abreviaturas

Iré añadiendo las abreviaturas que vayan apareciendo en las recetas y aclarando el significado de algunos términos, si resultan desconocidos o inusuales:

ABREVIATURAS:
cs --> cucharada sopera
cp --> cucharada de postre
cc --> cucharada de café
min --> minutos
g --> gramos
ml --> mililitros, es lo mismo que centímetros cúbicos, bueno, no es lo mismo, pero es el mismo volumen. Un litro son 1000 ml o 1000 cm3.
Kg --> kilo
l --> litro

cm3--> centímetro cúbico (igual volumen que 1 ml)

Y de postre, ¡un bombón!


Y como no todos van a ser platos principales, aquí tenéis un caprichito para el postre, es pequeño, del tamaño de una cucharita de postre, para que tengáis referencia...

INGREDIENTES:
  • 250 g de chocolate fondant negro
  • 200 ml de nata vegetal
  • 2 cs (cucharadas soperas) de café soluble
  • 100 g de azúcar
  • un trozo de chocolate fondant blanco
  • almendras laminadas
  • fideos de colores
PREPARACIÓN:
Con estas cantidades salen unas 25 unidades.

Calentar la nata vegetal en un cazo y cuando esté caliente, añadir el chocolate fondant negro troceado, el café soluble y el azúcar y remover todo bien, con  una cuchara de madera, hasta que esté bien disuelto e integrado el chocolate. Pasar a un recipiente frío, atemperar y meter al frigorífico un par de horas.

Poner a fundir el chocolate blanco al baño maría. 

Sacar la trufa del frigorífico y, con ayuda de una cuchara, ir haciendo bomboncitos y poniéndolos cada uno en un papel rizado.

Cuando el chocolate blanco esté casi fundido pero aún con textura semi-sólida, ir poniendo un toquecito en cada bombón, con ayuda de una cucharita.

Espolvorear con almendra laminada y fideos de chocolate de colores, o con frutos secos picados, al gusto. Volver a poner una hora en la nevera y, ¡listos para disfrutar!

NOTA: para los que no tomen café, pueden sustituir el café soluble por otro tipo Eko, que es de cereales, no está igual de amargo, pero el sabor es bueno, o por café soluble descafeinado, si el inconveniente es la cafeína. 

Por supuesto también se puede usar nata animal, pero yo uso la vegetal por mis intolerancias. 

La decoración se puede hacer con avellanas picadas, almendras tostadas picadas, almendras para crocanti, etc., lo que cada uno prefiera...

Conserva de pescado



Usar cualquier pescado al gusto, los que mejor quedan son los grandes, porque se manipulan mejor, tipo atún, caballa, etc... Esta que véis en las fotos es de caballa.

INGREDIENTES:
  • caballa
  • agua
PREPARACIÓN:
Eviscerar la caballa, o el pescado elegido, lavarlo y trocearlo en rodajas gruesas. 

En una olla de vapor, tipo la llamada olla cuscusera, o una olla normal con una margarita de vapor, poner agua y llevarla a ebullición, tapada.

Una vez que el agua esté hirviendo, ir colocando trozos de pescado y tapar la olla, sólo una capa de pescado cada vez, sin remontar, y hacerlo ligeramente al vapor, que quede aún crudo (rojo) en el interior y reservar. Una vez que todo el pescado esté hecho al vapor, limpiarlo bien, quitando piel y espinas, con cuidado para que no se nos desmigue, que queden los trozos enteros. 

A medida que se van limpiando los trozos de pescado, ir llenando los tarros de vidrio, mejor si son  pequeños. Una vez todos completos, taparlos bien. 

En una olla grande, poner agua y disponer los botes bien cerrados. Hervirlos, como cualquier otra conserva, 20 minutos. El propio pescado, al estar medio crudo, suelta una especie de gelatina que ayuda a la conservación. 

Retirar los tarros, dejar enfriar, etiquetar y guardar. 

Si queréis, podéis hacer conserva en escabeche, con aceite y limón, aromatizado con hierbas aromáticas, en fin, como queráis... Las fotos que pongo aquí son al natural, porque ahora no tengo de otra, iré poniendo más a medida que prepare. 

NOTA: antes de preparar la conserva, procuro tener el pescado uno o dos días en el congelador, para más seguridad, aunque en la pescadería saben qué pescados corren el riesgo de tener anisakis en cada momento pero, más vale prevenir.

Kofta vegetal


Hoy no sabía qué hacer para comer y, por casualidad, he entrado en facebook a buscar a alguien y me he encontrado una receta de kofta, con carne, que había publicado Halima, de "Cocina a mi estilo" y como yo no como carne, pues me he puesto a convertir y..., ¡esto es lo que me ha quedado!

Como soy un poco salsera, y pensaba que me había pasado con la cantidad, he sacado una ración para probar y he vuelto a meter la bandeja al horno para tostarla más; definitivamente, me quedo con la segunda versión, tostadita, mucho mejor.

INGREDIENTES:
  • 2-3 patatas
  • 1-2 berenjenas
  • 1-2 tomates (o un bote de tomate en conserva casera)
  • tomate frito
  • 1 cc (1 cucharadita de las de café) de melaza 
  • agua
  • sal
Para el relleno:
  • 1 bloque de seitán de 250 g
  • 1 cebolla mediana
  • 1 tomate (o 1/2 bote de tomate en conserva casera)
  • albahaca
  • aceitunas negras sin hueso, un puñado
  • sal 
  • pimienta
PREPARACIÓN:
Triturar en la batidora un bote de tomate de conserva natural casera, mis botes son de los de 800 g y ponerlo a freír en una sartén con aceite y un poco de sal. Yo, en lugar de azúcar, añado una zanahoria partida pequeña, para corregir la acidez del tomate. Freírlo a poco fuego, tapado y remover con utensilios de madera, los de metal acidifican el tomate.

Picar pequeñito el seitán, la cebolla, la albahaca y las aceitunas y mezclar todo bien, añadir sal y pimienta y reservar. 

Pelar las patatas, lavarlas y hacerlas en rodajas no muy gruesas. Hacer lo mismo con las berenjenas y reservar. 

Una vez frito el tomate, pasarlo al vaso de la batidora y añadirle un poco de agua y una cucharadita de las de café, de melaza, yo he usado de caña y he puesto menos cantidad porque es muy dulce; se pueden usar otras melazas, por ejemplo de arroz, avena, maíz, etc.; según la procedencia es más o menos dulce. Triturar todo bien y reservar, quedará una crema fina. 

En una fuente de horno poner una capa de patatas en rodajas, sobre éstas, una de berenjenas, encima la mezcla del relleno, otra capa de berenjenas y otra de patatas. Sobre las patatas ponemos unas rodajas de tomate o unos trozos, si usamos tomate de conserva. Pinchamos todo con una brocheta, por ejemplo, hasta llegar al fondo, para que luego la salsa penetre por todas partes. Echar la salsa por encima e ir esperando que vaya llenando los huecos y meter al horno precalentado. 

Como mi horno es de esos pequeñitos y sin aire, he puesto media hora a temperatura 220º C y luego una hora, más o menos, a 180ºC. Aquí sí que tenéis cada uno que controlar el tiempo y la temperatura en función del tipo de horno que tengáis. En fin, id vigilando el guiso y pinchando para ver si ya está cocido o no, entonces, tostar un poquito, si aún no está tostado, con el grill y, ¡a comer!

Los cacharros de cocina de Pedro, mi padre.



Mi padre es un genio sin pulir, le das un chicle usado y un cordonera rota y hace un cohete espacial... Y claro, hay que aprovechar el ingenio para cosas útiles y que no encuentras en las tiendas...

PRENSATORTILLAS:
Me refiero a lo que los iberoamericanos conocen como tortillas, esas de harina de maíz (o cualquier harina), que sirven para hacer tacos, burritos y los famosos "doritos". 

Una de las veces que estuve en México, en las comunidades indígenas de Chiapas, vi que tenían una prensa para extender la masa para hacer las tortillas finitas y todas de igual espesor; se lo conté a mi padre, y he aquí su versión... Una prensa genial... Esta es grande, tiene 40 cm, pero se puede hacer del tamaño que se quiera... Las hace mi padre, así es que si os interesa, os lo podemos fabricar, si me dejáis un mensaje con los datos de contacto... 

Otro día pondré algún otro cacharrito...

Notas aclaratorias...

Voy a ir poniendo aquí unas notas para que sepáis de qué hablo porque a veces me dejo cosas en el tintero, como yo sé lo que quiero decir...

  1. ACEITE: cuando hablo de aceite, siempre es aceite de oliva virgen extra; yo nunca uso otro aceite, a excepción de alguna receta, que ya pondré, que necesita otro tipo, como el de sésamo, en cuyo caso, lo indicaré, porque no es lo habitual; pero siempre que pongo aceite es aceite de oliva virgen extra y, para más señas, yo lo compro en una almazara de Córdoba, "Los Raigones", que está buenísimo. Tienen varios tipos, yo uso el "verde" para cocinar y el "pajarera" para crudo, si el verde es bueno, el pajarera es..., exquisito, es como estar comiéndote el fruto directamente, es aromático, casi te lo puedes comer solo...
  2. CONSERVAS: cuando vas a preparar un alimento para hacerlo en conserva, no puedes cocinarlo tanto como si lo fueras a consumir directamente en el momento, ya que para hacer la conserva, vas a hervirlo y, si lo dejar terminado de cocinar, en el proceso de cocción para conservar, se te pasará. Claro que si te gusta muy blandito...
  3. MELAZA: la melaza es una especie de miel de origen vegetal, encontraréis de varios tipos, según con qué se preparen, melaza de caña (de azúcar), de arroz, de maíz, etc., unas más dulces que otras... Lo normal es encontrarlas en herbolarios.
  4. EL FUEGO: yo uso siempre fuego de gas, o sea fuego, no vitrocerámica, ni inducción, porque no me gustan los resultados y porque no me fío mucho de que las ondas sean muy buenas para la salud y, si nos vemos sometidos a un montón de ondas, el ordenador, el móvil, la televisión, las antenas, etc., etc., pues mejor no comer comida sometida a ondas también. Es una opinión y un opción personal, cada uno puede elegir el instrumento adecuado a sus gustos y necesidades, pero tendrá que ajustar tiempos, medidas...
  5. EL HORNO: igual que me ocurre con la vitro y la inducción, me ocurre con el microondas, en mi casa no hay microondas por la misma razón; no me gusta que la energía que utilizo para la cocción atraviese mis alimentos, prefiero un calor que envuelva y que vaya cocinando el alimento de fuera a dentro, por eso tengo un horno convencional y eléctrico porque ya no los encuentro de gas, y no cocino con fuego de leña porque vivo en un piso y además de no tener espacio físico para poner una cocina de leña, no puedo ponerme a hacer fuego porque seguramente molestaría a la comunidad, aunque ahora hay cocinas muy recogiditas para poner en cualquier hueco, lo malo es almacenar la leña...
  6. EL PAPEL ALBAL: yo no uso papel de aluminio, el que conocemos por el nombre de la marca más famosa, el papel albal, en contacto directo con el alimento nunca, ni uso bandejas de aluminio, ni envases y menos para introducir el alimento al horno o al frigorífico porque, con las temperaturas extremas se desprenden partículas de este metal que recoge el alimento y nosotros nos comemos y nuestro organismo no está diseñado para metabolizar metales, por lo que se van acumulando y acaban creando enfermedades... Es cierto que para envolver un bocadillo es estupendo porque impide que se reseque pero yo le pongo primero una capa de papel de cocina normal o de papel sulfurizado y por fuera pongo el de aluminio o utilizo papel film, el de plástico, que cumple la misma función, aunque también pongo primero papel de cocina. Si voy a cocinar en el horno, pongo papel sulfurizado (el blanco), el que viene con las pizzas precocinadas y si voy a meter alimentos al frigorífico o al congelador, pongo recipientes que se puedan cerrar herméticamente, preferentemente de cristal, porque no dejan restos, se ve a su través, aguantan bien la temperatura y se pueden reutilizar eternamente, y se pueden lavar en máquina incluso...

Conserva de habas salteadas con ajo.



A veces tenemos un alimento fresco en la nevera y no encontramos el momento de consumirlo porque no nos apetece o porque no se nos ocurre una forma de prepararlo acorde a nuestro apetito y, en lugar de esperar a que se estropee y tirarlo, ¡con la cantidad de gente que no tiene qué llevarse a la boca!, lo mejor es hacerlo en conserva, así nos aguantará hasta que nos apetezca emplearlo en cualquier receta...

INGREDIENTES:
  • habas verdes
  • ajos secos
  • aceite
  • sal
  • vino blanco

PREPARACIÓN:
Limpiar las habas para extraer los granos. Lavar, escurrir y reservar.

En una sartén, ponemos aceite y, cuando está caliente, echamos unos dientes de ajo, con piel, les hacemos un cortecito a cada uno para que exploten, porque llevan la piel, y un poco de sal. Cuando estén empezando a cocinarse, se nota por el olor, añadimos las habas y lo salteamos todo junto hasta que empiezan a separarse las pieles de las habas. 

Pasamos las habas a un bote de cristal de boca ancha, con todo, ajos y aceite, y añadimos un chorrito de vino blanco y cerramos bien el bote. 

Una vez preparados todos los botes que vamos a destinar a conserva, los metemos en una olla con agua, que les llegue hasta el cuello de los botes, tapamos la olla y lo hervimos todo 15-20 minutos. Cuando esté, sacamos los botes, dejamos que se enfríen, etiquetamos y guardamos. 

Cuando vayamos a consumir y puesto que hemos añadido vino, deberemos de terminar de cocinar hasta que se haya evaporado el alcohol del vino. 

Conserva de ensalada de invierno al estilo de Quiteria



Como ya he puesto la receta de la ensalada de invierno de mi madre, ahora sólo pondré la forma de hacer la conserva, para no repetirme...

PREPARACIÓN:
Una vez preparada la ensalada, buscar tarros de cristal con la boca ancha, para que sea más fácil de embotellar, y llenarlos bien con la ensalada, teniendo cuidado de ir cogiendo de todos los ingredientes hasta completar el tarro. Una vez llenos con la ensalada, repartir el caldo que nos habrá quedado en el bol, que será una mezcla de aceite y caldo de tomate, entre todos los botes, tratando de no dejar bolsas de aire en el interior del bote, para que no se nos estropee.

Cerramos los tarros bien y los ponemos en una olla con agua, que los cubra hasta el cuello del bote y lo hervimos unos 15-20 minutos. Una vez acabada la cocción, sacamos los tarros y cuando estén completamente fríos, los etiquetamos si son muchos, para saber qué es y cuándo lo hemos preparado y los guardamos en la despensa para consumir cuando nos apetezca. 

Ensalada de invierno al estilo de Quiteria, mi madre.




Ésta es una ensalada típica de esta zona y mi madre, una gran cocinera que dice que cocina por obligación, porque no le gusta, la prepara para chuparse los dedos, como cualquier cosa que haga, ¡menos mal que no le gusta cocinar!, porque si le gustara, ya podría temblar el mismísimo Paul Bocuse, ya... Y volviendo a la ensalada, ella le añade, además de los ingredientes que veréis a continuación, huevo duro troceado, pero como yo no como huevo... 

INGREDIENTES, para 4 personas: 
  • 4-6 alcachofas
  • 1 bote grande de tomate en conserva, casera a poder ser
  • 2 capellanes (pescado seco blanco, también típico de aquí, se puede cambiar por bacalao en salazón)
  • aceitunas
  • alcaparras
  • aceite, sal
  • 2-3 huevos (opcional)

PREPARACIÓN:
Se enciende un hornillo pequeño de la cocina, yo uso de fuego de gas, al mínimo y se van asando los capellanes, directamente sobre el fuego, con cuidado de que no se nos quemen. 

Mientras, se limpian las alcachofas, dejando la parte que se pueda comer cruda y se van laminando a rodajitas o en trocitos finitos, se van poniendo en una fuente o bol grande y se les va añadiendo aceite para que se vayan empapando al tiempo que se van partiendo, un chorrito de vez en cuando, de lo contrario, quedan muy ásperas. 

Cuando se han acabado de partir las alcachofas, se vierte el tomate troceado, añadiendo el caldo del mismo o no, según el gusto; yo siempre lo añado. Se puede hacer con conserva comercial, pero no es lo mismo. 

Se añaden las aceitunas, yo prefiero las verdes partidas amargas, pero está bueno con cualquiera así es que cada uno que elija el tipo y la cantidad. 

Se incorporan un par de cucharadas de alcaparras, mejor si se enjuagan (y se escurren) un poco antes, porque están bastante saladas. 

Una vez que los capellanes estén atemperados, que los podamos manipular sin quemarnos, se van desmigando, quitando cabeza y espinas y una vez acabados de partir, se vuelve a echar aceite por encima, que empape bien los capellanes. El que ponga bacalao, no es necesario que lo ase, si no, quedará excesivamente salado. El capellán hace que el sabor sea más fino, pero si no se encuentran capellanes, el bacalao sirve. 

Los que vayan a poner huevo duro, limpiar, trocear y añadir. 

Revolver todo bien, comprobar la cantidad de aceite y no es necesario añadir sal porque ya llevamos varios ingredientes salados, capellán, aceitunas y alcaparras. 

Se deja reposar un rato, para que los sabores se amalgamen y..., ¡buen provecho!