domingo, 14 de abril de 2013

Mi primera tarta...

Ya os he comentado que no soy muy "dulcera", así es que no suelo preparar muchos dulces y nunca había preparado un bizcocho y menos cubierto de fondant... Pero siempre hay una primera vez para todo y como es el cumpleaños de mis padres, el 11 de abril el de mi madre y el 18, el de mi padre, y lo vamos a celebrar hoy, pues me he puesto a ello, eso sí, he hecho un bizcocho vegano...

INGREDIENTES:
  • 200 g harina de espelta.
  • 100 g de harina de maíz.
  • 2 sobres de levadura.
  • 100 g de azúcar de caña integral. 
  • 1 yogur de soja.
  • 1 medida (del yogur) de aceite de girasol.
  • 1,5 medidas (del yogur) de leche de soja.
  • 1 paquete de fondant.
  • colorantes alimentarios al gusto.

ELABORACIÓN:
Poner a calentar el horno a 200º C. 

Mezclamos bien las harinas y la levadura y reservamos. En el vaso de la batidora ponemos el yogur, el aceite y la leche de soja y mezclamos bien, añadiendo el azúcar poco a poco mientras mezclamos. Una vez que tengamos una masa homogénea, incorporamos las harinas y seguimos batiendo hasta que se integren por completo. 

Untamos un molde con aceite, lo podéis hacer con margarina o mantequilla, pero yo he usado aceite de oliva porque me resulta más natural; vertemos la mezcla y lo metemos al horno. 

Al principio lo mantenemos a 200º C hasta que suba y, una vez que haya subido, lo bajamos a 180º C, hasta que lo veamos doradito. Hay que cuidar de no abrir el horno mientras está subiendo y ya, cuando veamos que está doradito, abrimos, pinchamos el bizcocho y, si sale seco, es que está cocido. 

Yo, como tengo un horno pequeñito, se ha dorado más en la zona de las resistencias, como podéis ver en la foto.


Desmoldamos con mucho cuidado, ayuda usar uno de esos moldes desmontables, y dejamos enfriar sobre una rejilla, para que sea más rápido y no haga vapor.

Y mientras se enfría, trabajamos el fondant. Yo le he puesto un primaveral color verde y, como buena novata, es mi primera vez, me he peleado un poco con él al trabajarlo, ya que cuando se calienta, se pega que da gusto. Solución, dejar que se enfríe un poco y, para extenderlo, he usado una botella de cristal lisita, llena de cubitos, porque también se me pegaba a la botella.

Una vez extendido, lo ponemos encima del bizcocho, lo recortamos y lo decoramos con lo que queramos, yo he usado rotuladores alimentarios y figuritas de chocolate. Y he aquí el resultado.


Como ojos le he puesto las edades de mis padres. En la foto no se aprecia mucho, pero no ha quedado mal, para ser la primera, aunque hay que seguir practicando para que salga mejor. ¡Con lo fácil que es hacer planos a mano alzada y lo difícil que me resulta dibujar en una tarta!

Y el resultado gustativo, ya os lo contaré cuando hagamos la cata, que será dentro de un rato.

¡FELIZ DOMINGO!



viernes, 12 de abril de 2013

Comer sin fruta

Observaréis que nunca pongo fruta, incluso aunque ponga un menú completo. Eso es porque yo nunca tomo la fruta junto con el resto de la comida. ¡Claro que me gustan las frutas!, me encantan, todas ellas, pero prefiero tomarlas solas, a media tarde o a media mañana, o tomarlas como cena, pero sólo fruta, nada más, porque he comprobado que me sientan mejor las comidas sin fruta y las frutas sin comida... He leído que la razón es que la fruta tiene una fermentación muy diferente al resto de alimentos y por eso es menos saludable mezclarlo. Es cierto que hay gente que lleva toda la vida terminando la comida con una fruta y les sienta estupendamente, supongo que tendrán su organismo habituado pero, como yo siempre he tenido muchos problemas digestivos, he ido modificando mi forma de comer y cuando conocí esto sobre la fruta y lo puse en práctica, me di cuenta de que, en mi caso, era cierto así es que, cada uno, que haga lo que sea mejor para su organismo y lo que más le guste, aunque ya os he contado la razón...



El que prefiera un dulce de postre... Control. Un trocito no es malo, una chispita de chocolate, por ejemplo, no es malo, lo malo es tomarse una tableta entera; como todo, del uso al abuso hay una gran diferencia y siempre es mejor tomar un cachito pequeño de un dulce, salvo que se sea diabético o se tenga alguna intolerancia (en ese caso habrá que buscar la forma de tomar ese dulce adaptado a nuestras necesidades), que quedarse con el ansia, porque ese ansia también daña a nuestro organismo y nos produce perjuicios a la larga.

De un trocito de estos...


A esto, hay una gran diferencia...



Plato único, menú completo (menú de primavera II)

¡Por fin es viernes...!

Esta mañana he trabajado en casa y, a pesar de que mi casa es fresquita en cualquier época del año, he pasado calor, no quiero ni imaginarme cuando salga a la calle, así es que el día pide un menú ligero aunque nutritivo y he aquí que pensando, pensando...

INGREDIENTES (1 persona):
  • 1 patata mediana
  • 2 cebolletas o cebollas moradas
  • 1 trozo de col lombarda
  • 100 g de atún
  • aceitunas
  • cardamomo en vaina
  • orégano
  • tomillo
  • pimienta negra en grano
  • aceite 
  • sal
PREPARACIÓN:
Preparamos un salteado rápido de las verduras de la siguiente forma:  

Pelamos las cebolletas o cebollas y las picamos pequeñitas y las ponemos a pochar en una sartén con aceite y sal. 

Pelamos las patatas, lavamos y picamos pequeñitas y, cuando las cebollas estén a medio pochar, las añadimos a la sartén.

Lavamos el trozo de lombarda y lo picamos pequeñito y, cuando las patatas casi están, lo añadimos a la sartén y le damos unas vueltas a todo junto hasta que la col se poche un poco, que quede al dente.

Yo he utilizado para partir todas las verduras, la mandolina, con una cuchilla de cuadritos pequeñitos, la cuadrícula tiene unos 5x5 mm, así todo se cocina rápido y no necesitamos mucho aceite, hay que ir reduciendo las cantidades de grasa (aceite) porque el calor va aumentando y necesitamos aligerar nuestra dieta para que nuestro organismo no esté sobrecargado de trabajo y nos dé un yuyu cualquier día.

Una vez terminadas las verduras, las reservamos tapadas para que no se enfríen ni se sequen y ponemos una sartén pequeña al fuego con un poquito de aceite, ponemos el atún y espolvoreamos orégano, tomillo, pimienta negra recién molida y dos o tres vainas de cardamomo. Al cardamomo le damos un golpecito para que se abran las vainas, porque así confiere más sabor al guiso, si no, tendríamos que poner más cantidad. 

Cuando el atún está hecho, montamos el plato, yo lo he hecho como veis en la foto, ponemos un costroncito de pan y unas aceitunas (5-6) o cualquier encurtido que os guste, y he aquí el resultado.


Si el atún es fresco, basta con que lo pongáis al vapor y luego le echéis un poco de salsa de soja por encima o unas gotitas de salsa teriyaki, o simplemente unas gotitas de un buen aceite de oliva, como el "pajarera" que ya os comenté, pero como no siempre podemos ir a comprar atún fresco para la comida, tiramos de congelador y aunque el atún es un pescado de sabor intenso y está bueno incluso al vapor siendo congelado, pues para darle un poco de alegría, podéis prepararlo con hierbas aromáticas, como he hecho yo hoy. 

El cardamomo es una especia muy aromática y muy refrescante, muy adecuada para esta época y para verano... Yo lo compro entero es decir, viene en unas vainas pequeñitas, como habitas pero de 1 cm aproximadamente, con los granitos (semillas) en el interior y, cuando las voy a usar, parto la vaina dándole un golpecito y echo todo completo al guiso. 

martes, 9 de abril de 2013

Aceites aromatizados

Hay montones de aceites aromatizados de muchas cosas en los establecimientos comerciales pero a mí no me gustan, me da la impresión de que emplean aceites de menor calidad, total como le van a añadir otro elemento que altera su sabor natural..., además, parece que llevan potenciadores del sabor porque resultan artificiales al paladar así es que yo, cuando quiero usar un aceite aromatizado, lo aromatizo yo así me aseguro de que es un aceite de excelente calidad, ya que uso el mismo aceite que utilizo sin aromatizar, el aroma se lo doy con alimentos frescos o secos de calidad, un pimiento picante verde o rojo, según la intensidad deseada, corteza de limón (sólo lo amarillo), pimienta (en grano), cualquier cosa que nos guste. Sólo hay que tener una precaución, que si son en fresco, el aceite debe de cubrir  totalmente siempre el elemento que hayamos introducido para aromatizar, de lo contrario, se pudrirá el extremo que asoma y nos estropeará todo el aceite.

Yo suelo guardar botellas pequeñas de cristal que me gusten, de refrescos por ejemplo, y los tapo con tapones de corcho, para preparar cantidades pequeñas.

Al cabo de unos días, una semana más o menos, podremos utilizar el aceite aromatizado y, si al probarlo, nos resulta muy fuerte, lo colamos y pasamos a otra botella y le añadimos más aceite para rebajarlo.

Y para muestra, un botón..., digo, una botella... Esta es de aceite, una que tenía antigua por ahí, pequeñita, la lavé muy bien para retirar los restos que seguro estarían rancios, la dejé secar bien, y preparé mi aceite ligeramente picante.


Y aquí os dejo dos fotos más con más aceites que he preparado hoy de: corteza de limón, romero, pimienta negra y cardamomo...


Aceite aromatizado con corteza de limón (izquierda) y con romero (derecha).


Aceite aromatizado con cardamomo (izquierda) y con pimienta negra en grano (derecha)

¡Ah!, y también he preparado un variadito de aceites aromatizados para mi hermana Cristina, la mejor catadora del mundo, da igual a qué la invites, siempre lo encuentra buenísimo... Y oye, te sube la moral que da gusto o..., ¿será pasión de hermana?


Estos no se ven muy bien porque los he puesto en botellas verde oscuro y no transparentan mucho, aunque el aceite está más protegido. A ella le he hecho de corteza de limón, de pimienta negra en grano y de cardamomo...


Brochetas vegetales con arroz thai aromatizado con tartar de algas.

Es un menú un poco entretenido pero merece la pena tomarlo de vez en cuando, es completo, aromático y muy sabroso, ¡ah!, y muy ligero, ideal para estar bien nutrido en primavera.

INGREDIENTES (3-4 raciones):
  • 300 g de arroz thai, también se conoce como arroz jazmín.
  • 250 g de setas (en su defecto, champiñón).
  • 1 pimiento rojo no muy grande.
  • 1 pimiento amarillo no muy grande, se puede poner uno verde pero con el amarillo tenemos más contraste de color. 
  • 2-3 cebolletas.
  • 1 paquete de tofu (250 g).
  • 1 ramillete de cilantro fresco.
  • 1 cs pimienta negra.
  • 1 cs comino.
  • 1 cp canela.
  • 1 cs tomillo.
  • aceite aromatizado picante.
  • tartar de algas y aceitunas negras.
  • 3 cs salsa de mostaza y miel.
  • 3 cs salsa teriyaki.
  • sal.
ELABORACIÓN: 
Se lavan y escurren las setas y los pimientos y, con ayuda de la mandolina (ya os he hablado de ella), se parten en trozos cuadrados, de 1,5x1,5 cm aproximadamente, así todos los trozos son de igual tamaño. Se ponen en un cuenco grande o una cacerola y se espolvorea la pimienta negra recién molida, el comino, la canela y el tomillo. Se pica el cilantro lavado y escurrido y se revuelve todo bien para que las verduras se maceren con las hierbas aromáticas y especias. Se reserva y se deja macerar entre 45 minutos y una hora. 



Se limpian las cebolletas y se hacen rodas del mismo tamaño que el resto de las verduras, aproximadamente, y se ponen en un cuenco con sal, para que lloren, así no nos harán mal cuando las comamos.



Se corta el tofu en dados del mismo tamaño que las verduras y se pone en un cuenco. En un recipiente a parte se mezclan la salsa de mostaza y miel y la salsa teriyaki, se amalgaman bien y se vierten por encima del tofu y se deja macerar.

             

Cuando haya pasado el tiempo necesario (45-60 min), se lava la cebolleta para quitarle la sal y se van montando las brochetas. A mí me gustan las de madera, preferentemente, porque son más naturales, pero no me quedaban, en segundo lugar prefiero las de acero inoxidable (asa redondita en las fotos), pero tampoco me quedaban suficientes y, si no hay más remedio, las de aluminio (las de asa romboidal).

Vamos disponiendo las brochetas en la bandeja de horno con papel de horno y cuando estén todas, echamos unas gotitas de aceite sobre cada una. Yo utilizo uno aromatizado con pimiento verde picante, que da un suave sabor picante. Metemos al horno precalentado a 200º C, durante unos 20 min y tenemos unos 10 min más a 240º C ahora sólo con la parte superior funcionando. Estos tiempos varían en función del tamaño que cortéis los ingredientes y el tipo de horno, por lo que debéis vigilar la cocción con atención. 


Mientras se hacen las brochetas, ponemos agua en una cacerola y, cuando esté hirviendo, echamos el arroz, 100 g/persona (mi medida es un vasito, de los de vino, de arroz por persona), sin sal ni nada. El arroz thai o jazmín es muy aromático, por lo que es conveniente no añadir nada al agua de cocción para no alterar su bouquet.



Cuando el arroz está hervido, el mío, tarda unos 12 min., pero he utilizado otros con más o menos tiempo, miradlo en el paquete. Es importante que no se quede falto de agua y que tampoco tenga demasiada, para que no se quede todo el aroma en el agua que tiraremos luego. Una vez que el arroz está en su punto, lo vertemos sobre un colador para quitar el caldo y le damos un pequeño golpe de agua fría, suficiente para cortar la cocción y lo justo para que no se nos enfríe, y lo ponemos a escurrir mientras se acaban nuestras brochetas, que estarán casi hechas ya.



Ponemos las brochetas en una fuente y disponemos el arroz en cuencos individuales y, sobre cada cuenco ponemos 1-2 cs de tartar de algas con aceitunas y removemos todo bien y..., ¡a la mesa que se enfría!



Otro día os hablaré de las algas, un complemento alimenticio de la mejor calidad...




lunes, 8 de abril de 2013

Licores.

El fin de semana pasado he estado en un curso de plantas medicinales y licores tradicionales de la montaña (alicantina), que me ha encantado y tengo un montón de recetillas para preparar licores tradicionales, que iré experimentando y subiendo aquí a medida que vaya ajustando los ingredientes y las cantidades, prometo no probar más de un traguito de cada uno, para poder subir las recetas correctamente....

Podéis ir guardando botellas de cristal para envasar vuestros licores en un futuro muy próximo...

Eeeee...., ¡sí!, he puesto el comentario para poneros los dientes largos y mantereros en ascuas... Jeje, ¡qué bruja...!


Algunas herramientas II

Hoy os voy a hacer alguna advertencia, fruto de mi propia experiencia (léase metedura de pata).



Ahora están de moda las sartenes de cerámica, entre otras herramientas y utensilios y debo de decir que son estupendas pero debemos de tener aún más cuidado que con las demás sartenes... 

No es cierto que la cerámica sea inalterable, eso lo dicen los vendedores... 

Lo cierto es que hay que tener cuidado de no poner la sartén a calentar en vacío, sin aceite, y tampoco ponerla a secar al fuego porque tenemos prisa y queremos ahorrar tiempo, porque la quemaremos y, además de tomarse un poco de color, se pegará; vale, no tanto como las otras, pero se pegará y si cocinas una tortilla a la francesa, por ejemplo, tendrás que poner dos huevos, uno para la sartén y otro para tí, porque una parte se te quedará pegada...

Otra precaución a tener en cuenta es que si apilas varias sartenes una dentro de otra porque no tenemos mucho espacio en las cocinas modernas, se rayarán, porque estará en contacto el metal exterior con la cerámica interior y con el peso y la manipulación, se acaban rayando.

Por supuesto, nada de cortar directamente dentro de la sartén ni utilizar utensilios metálicos. 

Si se nos quema algún alimento que estemos preparando, se quedará manchada, poco, pero la mancha permanecerá como una sombra en tu sartén. 

Resisten bien el lavavajillas pero, si las lavas a mano, usa un estropajo muy suave, yo empleo esos de rejilla de plástico y un jabón suave cuando las lavo a mano. 

Y de momento no tengo más pifias que contar al respecto, aún soy nobel en el uso de las sartenes de cerámica pero cuando vaya pasando el tiempo, os iré contando si observo alguna otra precaución a tener en cuenta.

Verduras y estrellas.

¿Recordáis esa conserva de habitas al vino blanco de la que os puse la receta hace unos días? Bueno pues he empleado un bote para hacer una sopa rápida de verduras y pasta, estrellitas concretamente...


INGREDIENTES:
  • 1 bote de 400 g de conserva de habas, podéis usar habas frescas, pero tendréis que sofreirlas antes.
  • 1 brócoli pequeño.
  • 100 g/persona de pasta de estrellas, yo uso como medida un vasito de los de vino por persona.
  • caldo de verduras.
  • perejil.
  • sal.
PREPARACIÓN:
Ponemos a calentar, en una cacerola, el contenido del bote de conserva casera de habas y dejamos que se termine de reducir el vino blanco que habíamos añadido. Cuando el vino haya reducido añadimos el caldo de verduras, unas 2 medidas de caldo por medida de pasta, y lo llevamos a ebullición. 

Cuando empiece a hervir, bajamos el fuego y lo dejamos hervir unos 5 minutos. 

Mientras, lavamos el brócoli y lo partimos en florecitas pequeñas. Yo no empleo el tronco grueso, lo reservo para hacer caldo de verduras, porque resulta muy duro, pero si os gusta, lo fileteáis y lo añadís también. 

Pasados los 5 minutos de ebullición, corregimos el punto de sal, incorporamos, si nos gustan, algunas hierbas aromáticas, yo puse un ramillete de perejil fresco, azafrán si queremos el guiso de un amarillo más vivo, es evidente que yo esta vez no he puesto azafrán, y el brócoli y lo dejamos cocer todo junto unos 5 minutos más, para que el brócoli no se pase, y pasado este tiempo, añadimos la pasta, y la cocemos, ahora con la cacerola destapada, hasta que esté al dente. Nos guiaremos con el tiempo que indica en el paquete y, si nos queda demasiado seca, podemos añadir un poco más de caldo. 

Almejas a la marinera

Y ahí va otra de almejas...

INGREDIENTES:
  • 1/2 Kg de almejas, estas son del tipo chirla, pero podéis emplear la que más os guste, según sea de sabrosa, resultará al final un plato con más o menos bouquet, pero con cualquiera resulta muy sabroso. 
  • 2-3 cebollas moradas, también sirven blancas, yo uso las moradas porque son de sabor más intenso.
  • 5 dientes de ajo.
  • 4 rebanadas finitas de pan blanco, podéis usar integral, pero sale una salsa mucho más espesa.
  • 1 vasito de vino blanco.
  • 1 vasito de agua.
  • aceite.
  • sal.
PREPARACIÓN:
Antes de preparar la receta, recordad poner las almejas en agua con sal un rato antes, en este caso, las del tipo chirla, tardan como unas dos horas en limpiarse, mejor si les cambiáis el agua y sal al menos una vez.


Ponemos una sartén con aceite al fuego y sofreímos 4 de los ajos, con piel, y las 4 rebanadas de pan, con cuidado de que no se nos quemen y, cuando estén doraditos, tanto los ajos como el pan, cosa que no tiene porqué ocurrir al mismo tiempo aunque se pongan juntos, los retiramos y reservamos.

Picamos las cebollas finitas y, en el mismo aceite, las pochamos con un poco de sal y, cuando esté pochadita la pasamos al vaso de la batidora, junto con el aceite.


Pelamos el ajo que nos queda crudo y lo añadimos al vaso batidor, pelamos los ajos fritos y los echamos también y troceamos un poco el pan frito y lo incorporamos al vaso junto con el vasito de agua. Lo picamos todo bien con la batidora hasta obtener una pasta homogénea.


Lavamos y escurrimos las almejas y las ponemos en la misma sartén y la tapamos y, cuando las almejas están empezando a abrirse, añadimos la salsa que tenemos en el vaso batidor y el vasito de vino. Revolvemos bien para que se mezcle todo y tapamos hasta que se terminan de abrir todas las almejas.

   

Cuando las almejas se han abierto por completo, retiramos la tapadera y dejamos en el fuego hasta que haya reducido todo el vino, para que no nos siente mal, ya sabéis que si tomáis el vino sin reducir, el resto de alcohol que queda en el guiso, os provocará acidez de estómago.


Una vez acabada de reducir la salsa, se nota porque está más espesa y empieza a querer pegarse al fondo, es importante usar una sartén antiadherente, se sirve y a disfrutar...


Yo pongo 4 rebanaditas de pan porque me gusta una salsa espesita pero, si la queréis más líquida, reducid la cantidad de pan a la mitad o a lo que os guste. 

Ya sé que la mayoría de almejas a la marinera llevan tomate, pero a mí me gusta prepararlas sin tomate... Espero que os gusten. 

Almejas al "vino dulce"

Esta receta la he copiado de la madre de mi cuñado Pablo, Nieves, y a ella le sale mucho mejor, pero la mía se deja comer... 

INGREDIENTES:
  • 1/2 Kg de almejas, en las fotos se ven las del tipo japónica, pero se pueden hacer con cualquiera que os guste.
  • 1 ramillete de cilantro (la receta original de Nieves es con perejil)
  • 3-4 dientes de ajo
  • un vasito de vermouth (Martini o similar, es lo que Nieves llama vino dulce)
  • aceite
  • sal
PREPARACIÓN:
Antes de empezar a preparar la receta, conviene poner las almejas en agua con sal durante un rato para que expulsen la arena que tienen dentro, más o menos según el tipo de almeja, para la japónica con 30-40 minutos es suficiente, para las otras, unas dos horas.
Poner una sartén con aceite a calentar y añadir los ajos picados finitos con un poco de sal y cuando estén a medio dorar, el cilantro picado finito también y, antes de que se nos quemen, añadimos las almejas lavadas y escurridas y el vasito de vermouth y tapamos la sartén para que se abran las almejas. 

Cuando las almejas se hayan abierto, destapamos la sartén y dejamos cocer hasta que el vermouth haya reducido completamente, si no, nos producirá acidez. 


Una vez que haya reducido, se nota porque la salsa se vuelve un poco más espesa, servimos y, ¡a comer!, antes de que se enfríen demasiado...


lunes, 1 de abril de 2013

Empanadillas vegetales

INGREDIENTES:
  • 1-2 cebollas moradas
  • 1 pimiento rojo
  • 1 zanahoria
  • 1 bote de tomate de conserva casera (800 g)
  • 1/2 bloque de tofu de 250 g (empleas 125 g)
  • 1 bandejita de 250 g de setas (o champiñones)
  • 1 latita pequeña de olivas negras fileteadas
  • 1 latita pequeña de olivas verdes fileteadas
  • orégano
  • sal
  • aceite
  • obleas (del tipo "La cocinera")


PREPARACIÓN:
Pelar y picar finitas las cebollas y ponerlas a pochar en una sartén con aceite y un poco de sal. Lavar y picar finitas las setas y añadirlas a la sartén, con un poquito más de sal. Lavar el pimiento y picarlo pequeño y, cuando las cebollas estén empezando a coger color y se haya consumido el agua de las setas, añadirlo a la sartén y seguir salteando. Pelar y picar finita la zanahoria y añadirla a la sartén junto con el bote de tomate, espolvorear orégano y cocinar todo junto hasta que esté bien hecho, removiendo de vez en cuando para evitar que se nos pegue. La zanahoria la utilizo para combatir la acidez del tomate, en lugar de usar azúcar, junto con utensilios de madera, no de metal, que favorecen la acidificación.

Partir pequeñito el tofu y, cuando el tomate esté a medio hacer, añadirlo a la sartén. Casi al final de la cocción, añadir las aceitunas verdes y negras bien escurridas, si no tenéis fileteadas, podéis usar sin hueso, picándolas. Cocinar unos 5 minutos más y cuando esté todo bien hecho, apagar el fuego y dejar atemperar. 

Es importante esperar hasta el final para comprobar el punto de sal, ya que las olivas son saladas y, si ponéis mucha sal desde el principio, el frito os quedará salado. 


Precalentar el horno a 200-220º C, según el tipo. Cuando el frito está casi frío, montar las empanadillas, poniendo una cucharada en el centro de la oblea y doblándola sobre sí misma, el papel nos sirve para doblarla y manipularla. Presionar bien ambos extremos para que se peguen y no se escape el relleno al hornear e ir poniéndolas sobre la rejilla del horno, preparada con papel vegetal. 

Una vez que las tengamos todas colocadas en la rejilla, las pinchamos con un mondadiente para que salga el aire de dentro al hornear y que no exploten. Las pintamos con aceite (o con huevo, los que coman huevo), yo las pinté con el mismo aceite del frito, que tenía un bonito color rojizo. Y las metemos al horno unos 20 minutos. Sabremos que están hechas cuando la masa esté doradita y crujiente, pues lo de dentro ya estaba cocido. 


Y he aquí el resultado, un plato estupendo, completo, sabroso y fácil de comer que se puede acompañar con una ensalada o un poco de verdura al vapor.

Con esta cantidad de frito me dio para una calzone (tamaño de media pizza) y 26 empanadillas de las pequeñas, las obleas son de dos tamaños, el paquete lleva 16 unidades, pero el de las grandes pesa 280 g y el de las pequeñas 160 g; yo esta vez utilicé de las pequeñas.


Helado cremoso de fresa


INGREDIENTES:

  • 1 Kg de fresas o fresones
  • 3-4 yogures naturales de soja
  • azúcar, melaza o miel al gusto.


PREPARACIÓN:
Lavar las fresas, quitarles las hojitas verdes y trocearlas si son grandes, en dos o tres partes. Ponerlas en un tarro grande de boca ancha. Verter los yogures y añadir azúcar melaza (miel vegetal) o miel de abeja  al gusto y batir todo bien con la batidora hasta tener una crema homogénea. 

Yo lo he preparado esta vez sin nada dulce, sólo fresones y yogur pero, cuando lo endulzo, prefiero la melaza y si no me queda, miel; el azúcar es mi última opción siempre, pero porque no me gusta; cada uno lo puede endulzar como guste, incluso con estevia que yo aún no he probado porque no he encontrado estevia natural; cuando la consiga, ya os contaré. 

Una vez que tengamos la crema, si queremos un helado cremoso, lo dejamos en el mismo recipiente y lo vamos sacando cada media hora más o menos, y lo volvemos a batir cada vez, para impedir que se solidifique y se convierta en un bloque y, si queremos que se haga como un polo, o sea, como un bloque, lo repartimos en tarritos pequeños, como el que os muestro en la foto, y lo metemos al congelador hasta que esté hecho; si lo queremos con palo, cuando empiece a congelarse, introducimos los palos y, cuando esté como un cubito, lo podemos consumir.

Yo los he congelado porque tenía siete vasitos y para no pegarme días batiendo el helado sin parar, los congelé en raciones; luego, cuando los vas a tomar, si los sacas un rato antes y los dejas descongelar un poco, retoman su aspecto cremoso. 

Por supuesto lo podéis hacer de la fruta que queráis, cuanto más dulce sea la fruta, menos azúcar o miel deberéis añadir. Y también lo podéis hacer con yogures de sabores, incluso con yogures de leche animal.