Observaréis que nunca pongo fruta, incluso aunque ponga un menú completo. Eso es porque yo nunca tomo la fruta junto con el resto de la comida. ¡Claro que me gustan las frutas!, me encantan, todas ellas, pero prefiero tomarlas solas, a media tarde o a media mañana, o tomarlas como cena, pero sólo fruta, nada más, porque he comprobado que me sientan mejor las comidas sin fruta y las frutas sin comida... He leído que la razón es que la fruta tiene una fermentación muy diferente al resto de alimentos y por eso es menos saludable mezclarlo. Es cierto que hay gente que lleva toda la vida terminando la comida con una fruta y les sienta estupendamente, supongo que tendrán su organismo habituado pero, como yo siempre he tenido muchos problemas digestivos, he ido modificando mi forma de comer y cuando conocí esto sobre la fruta y lo puse en práctica, me di cuenta de que, en mi caso, era cierto así es que, cada uno, que haga lo que sea mejor para su organismo y lo que más le guste, aunque ya os he contado la razón...
El que prefiera un dulce de postre... Control. Un trocito no es malo, una chispita de chocolate, por ejemplo, no es malo, lo malo es tomarse una tableta entera; como todo, del uso al abuso hay una gran diferencia y siempre es mejor tomar un cachito pequeño de un dulce, salvo que se sea diabético o se tenga alguna intolerancia (en ese caso habrá que buscar la forma de tomar ese dulce adaptado a nuestras necesidades), que quedarse con el ansia, porque ese ansia también daña a nuestro organismo y nos produce perjuicios a la larga.
De un trocito de estos...
A esto, hay una gran diferencia...
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