Sí, ya sé que si no lleva queso no se llama pizza pero es que así me hago la ilusión de que me puedo comer uno de esos suculentos platos de la cocina italiana que para mí están vetados...
INGREDIENTES:
- 1 manojo de ajetes (ajos tiernos).
- 2-3 cebolletas.
- 1 bandejita de setas de cardo pequeñas.
- 1 latita de aceitunas negras fileteadas.
- 2-3 cs de tomate frito (yo uso del que hago de conserva casera, pero sirve cualquiera que tengáis, incluso de tomate crudo, pero el crudo reblandece más la masa).
- 1 masa de pizza (puede ser casera o comprada precocinada).
- Opcional: taquitos de atún natural, o de jamón serrano, o de bacon, o de tofu, o de seitán, o un huevo, o sólo la clara del huevo, o salmón, o anchoas, o.... cada uno que añada lo que prefiera según el momento o sus intolerancias alimenticias.
PREPARACIÓN:
Ponemos el horno a calentar a 180-200º C, según el tipo de horno de cada uno, y con ambos fuegos, superior e inferior.
Si la masa es precocinada, la sacamos del envoltorio y dejamos que se atempere. Cuando se pueda desplegar sin romper, pasados unos minutos, la extendemos en la parrilla del horno con ayuda del papel, y la empezamos a cocer hasta que esté como a media cocción.
Mientras la masa está en el horno, limpiamos los ajos, la cebolla y las setas y los cortamos a rodajitas finitas.
Si tenemos prisa podemos cocinarlo todo junto pero yo prefiero ir haciéndolos uno a uno, cada ingrediente, con un poco de aceite y un poco de sal, retiramos uno, reservamos y hacemos lo mismo con el segundo, y así hasta el final de los ingredientes.
Hay que tener la precaución de saltear los ingredientes hasta la mitad, más o menos, porque si no, cuando los metamos al horno, se nos quedarán secos y duros en exceso.
Si el salmón es ahumado no es necesario saltearlo; las anchoas tampoco o se nos quedarán saladísimas, además, estas las añadiremos en los últimos minutos de cocción. El resto de ingredientes que nos proporcionan la proteína (jamón, atún, tofu, seitán, huevo,..., los saltearemos también).
Una vez que la masa está a media cocción, la sacamos del horno y untamos con el tomate frito y vamos diponiendo los ingredientes bien repartidos por toda la masa.
Metemos 10-15 minutos más al horno, vigialando para que no se nos queme, el tiempo es orientativo, depende del horno de cada uno, así es que controlad que la masa esté crujiente, dorada, pero no quemada.
Por supuesto si hay más de un comensal, podéis poner un poco de queso en una parte, incluso podéis precortar la masa para que no se extienda el queso por la parte que no queremos.
Sacar, trocear y a disfrutar... Ni que decir tiene que sin queso es más ligera y si la hacéis sólo con vegetales, más aún...
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